14 de noviembre de 2011

Con la manta en la cabeza


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Me duele Málaga.
Me ahoga el frío,
la soledad,
la amistad con cuenta gotas,
el desierto con goteras,
la humedad,

jugármela dos veces al día.
Me asfixia
que me tengan que salvar, naufragar
una y otra vez en el mismo laberinto,
no dar marcha atrás, no encontrar nada,
me ahoga adentrarme y hacer pie SiEMPRE, acertar.
Me duele Málaga,
el aire, su falta, su exceso. Me ahoga
escribir cosas sin acabar

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MODE: al videoclub a devolver 3 películas que al final no hemos visto
(SALT, 2012 y Todo un parto)

ESCUCHANDO: una tele lejana con el volumen excesivamente alto

iMAGEN: por los montes de Mijas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El invierno en una ciudad ajena supongo que tiene que ser duro de llevar. Vicente Alexandre llamaba a Málaga Ciudad del Paraíso, pero supongo que la ubicaría en pleno verano. Un abrazo.

iNDigEstA dijo...

.
.
. . . El invierno, sea donde sea siempre es duro,

duro, frío y elegante.

Por ahora Málaga no se me asemeja a un paraíso ni viéndola con el rabillo del ojo siquiera. Quién sabe a dónde me llevará este amor-odio, quién sabe dónde y cómo acabaremos...

Otro abrazo, señor Anónimo.